En
espacios anteriores tocamos el tema del branding de marca, de lo importante que
es para una empresa el que su marca esté bien posicionada dentro del mundo de
los negocios y principalmente con su consumidor.
Hoy,
hablaremos de otro aspecto fundamental que refleja cómo se percibe a una
compañía desde fuera, de la imagen generalmente aceptada de lo que una compañía
significa, me refiero a la Imagen Corporativa de una empresa u
organización. Los encargados de crear
una buena Imagen corporativa son principalmente los expertos en relaciones
públicas de la empresa, utilizando campañas comunicacionales, plataformas web,
redes sociales, mailing, y otras formas de promoción encaminadas a difundir ya
sea a empresas de recién creación o bien a continuar con la promoción de
organizaciones estructuradas interesadas en mantener su estatus en un nivel a
la alza dentro del ramo empresarial, laboral y comercial. Dentro de la imagen
de una empresa también se incluye su filosofía, misión, visión, valores, lealtad,
servicio, integridad e innovación.
Típicamente,
una imagen corporativa se diseña para ser atractiva al público, de modo que la
empresa provoque un interés entre los consumidores, generando riqueza de marca
y así facilite las ventas de su producto o servicio.
Ciertamente,
la imagen corporativa debe ser consistente e ir a la par con el posicionamiento
de la empresa, de la línea de productos o de la marca. Y es que cualquier
incongruencia entre la imagen corporativa total y la posición de las ofertas
individuales del producto puede crear confusión entre los clientes potenciales,
teniendo el riesgo de reducir su rentabilidad.
Diversos
componentes forman la imagen corporativa de una organización, y es que al
trabajar conjuntamente, permiten posicionar a la empresa en la mente del
cliente.
Tenemos
en principio el nombre de la empresa: del cual depende la primera impresión que
los clientes se llevan de una organización. De ahí la importancia de escogerlo
correctamente. Los expertos recomiendan que el nombre tenga relación con la
esencia del negocio, pero también que sea breve, fácil de recordar y lo
suficientemente creativo para distinguirse de la competencia.
En
segundo término se requiere de un logo o logotipo comprensible por el público y
atractivo para los potenciales clientes. Es por ello que en el momento del
diseño, se deberá considerar tanto al consumidor, a la competencia y el mensaje
o idea que se desea transmitir.
Por
otra parte está la importancia de un buen eslogan, y es que para que tenga
efecto, es necesario que sea una promesa sobre los beneficios del producto o
servicio que la empresa ofrece y que los diferencia de la competencia. Debe
ofrecer una impresión de prestigio y credibilidad a la empresa, teniendo gran
efectividad también el que sea original.
De
igual manera, contar con un dominio propio en la web es fundamental para la
empresa, dicho dominio puede ser el nombre de la compañía o bien alguna palabra
relacionada al negocio. El diseño debe ser amigable y fácil de manejar para el
cliente, de manera que pueda informarse rápida y con certeza sobre la empresa,
sus productos y como poder adquirirlos.
Igual
de importante para la imagen corporativa es el brochure empresarial o
folletería propia de una compañía y que la represente, y es que no sólo se trata
de los folletos y manuales del negocio, sino de las tarjetas de presentación,
sobres, etiquetas, carpetas, facturas y hasta la vestimenta de los vendedores.
Por
lo tanto, concluimos que lo esencial, es
que todos los elementos detallados sean parte del quehacer diario y de la
cultura corporativa de la empresa, con el fin de generar reconocimiento e
identificación no sólo por parte de los clientes, sino también de los propios
trabajadores de la organización.
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